En un mundo en el que cada vez es más difícil distinguirse y diferenciarse, la transformación digital abre una puerta para la creación de tu propia marca personal, para ti mismo o como parte de una organización. En el mundo” tradicional” era mucho más difícil, las interacciones eran físicas (menor frecuencia) y el acceso a medios de comunicación era más limitado. En un mundo hiperconectado hay oportunidades de interactuar con colegas en redes sociales como LinkedIn, presentar algún proyecto en YouTube, o destacar por una opinión en Twitter. Es cada vez más fácil desarrollar tu marca y llegar a ser reconocido en un sector específico o bien un actor relevante en la comunicación estratégica de tu compañía.
Empecemos con algunas de las REDES SOCIALES más importantes, por ejemplo, Facebook, Twitter, Instagram y LinkedIn, ya que tienen un número de usuarios muy importante.
Más allá de las redes más populares, existen muchas otras especializadas, conocidas como redes sociales DE NICHO. Tienen contenidos precisos y responden a necesidades muy particulares pero de manera excepcional. Algunos ejemplos son TripAdvisor, donde puedes consultar y publicar opiniones de viajes y establecimientos, o Airbnb, para el arriendo de espacios privados de alojamiento.
Existen y existirán siempre nuevas redes sociales en constante cambio, pero lo que debes preguntarte es si TU PÚBLICO (potencial cliente, empleador, colega) está o no en esa red. Es clave hacerte esta pregunta en función de tus objetivos, ya que no podrás cubrir todo internet y deves dirigir de manera estratégica tus esfuerzos a aquellas redes dónde tu público objetivo se encuentra más concentrado y activo. Otro punto importante a considerar es la finalidad de cada red social. Algunas se utilizan para relaciones personales, otras se centran en compartir contenido y alguna para crear redes profesionales. Acá “ser ubicado” es muy importante. Los usuarios de cada red social, están con cierta EXPECTATIVA de cada red a la que entraron, y lo recomendable es comportarse acorde a ello. ¿Conoces ese dicho… donde fueres haz lo que vieres? Algo así!
Profundicemos un poco en esto… Las redes personales ofrecen a los usuarios una manera de mantener el contacto online con sus amigos y familiares, pero eso no significa que no puedas participar en ellas con colegas del trabajo: las personas hablan sobre trabajo; el TRABAJO es parte de la VIDA. Puedes utilizar las redes en esta área, simplemente tienes que ser consciente del contexto. Hoy cada red permite asignar distintos niveles de privacidad a tus publicaciones, y controlar así lo que publicas para distintos círculos de amigos. ¡Adáptalo según tu necesidad! ¿Qué quieres comunicar? ¿A quiénes?
Las redes profesionales están orientadas al mundo de los negocios y atraen a personas con ganas de contratar, emplearse, formar una red profesional o bien participar de un nicho en particular. Es importante nuevamente entender el contexto. Probablemente contenido más ligado al ámbito profesional (felicitaciones, éxitos, consejos y otros) puedan generar mayor resonancia con la audiencia que un material relacionado a tus vacaciones…. Recuerda, evaluar el contexto es clave!
Se trata de comprender los objetivos de cada red social y quiénes se interesan por ellas. En simple, los grandes como Facebook, Whatsapp, Twitter, Linkedin y Youtube por volumen de usuarios siempre presentarán una oportunidad de cruzarte con alguien de tu interés, pero más allá de esas redes hay muchas otras pequeñas dedicadas exclusivamente a lo que te dedicas. Estas redes están llenas de potenciales oportunidades, colegas, clientes y amigo/as interesados en lo mismo que tú y listos para potenciar TU PRESENCIA DIGITAL.
¿Sabías que Facebook tiene casi tantos usuarios como personas con internet en Chile? Al año 2019, de un total de 15 millones de conexiones a internet, 14 millones eran activos en redes sociales. Eso significa que tanto tus clientes existentes como los futuros; tus empleadores actuales y sobre todo futuros estarán en alguna de estas redes sin lugar a dudas.